hablemos de la vida

¿Tienen vigencia los diez mandamientos? ¿Son una referencia ética y moral para nuestra sociedad del siglo XXI teniendo en cuenta el paso del tiempo y del cambio en la vida y las costumbres?

Lo cierto es que, más allá de la superficialidad con que en líneas generales tratamos el tema en estos días, los mandamientos forman parte de la humanidad desde hace siglos y, en mayor o menor medida han acompañado con sus conceptos el desarrollo de millones de personas en este planeta.

Pasaron miles de años, surgieron nuevos dioses, religiones, costumbres, adelantos, etc., pero nadie duda de la presencia de los diez mandamientos en el inconsciente colectivo, más allá de su vigencia.

Desde el punto de vista cultural, los diez mandamientos fueron en su momento una lista de frustraciones. Algunos de ellos siguen teniendo plena vigencia y cualquiera puede y debe estar de acuerdo: ¡no matarás! ¡No mentirás! Por el contrario otros han perdido vigencia. De ahí que debamos de asumir la idea de que vivir en la civilización implica aceptar un conjunto determinado de mandamientos que regulen de alguna forma la vida en sociedad.

Las leyes de Moisés, que tantas veces hemos visto grabadas en piedra, son la respuesta a distintas acciones posibles de los hombres. Hoy en día podríamos estar en presencia de unas reglas diferentes en cuanto la existencia de situaciones antes desconocidas: la genética, la fecundación artificial, etc.

Es muy posible que ante la diversidad de creencias, de formas de entender la vida, la sociedad deba negociar de alguna forma cuáles serían esos “mandamientos” que obligarían a todos los ciudadanos, independientemente de la moral de cada uno de ellos.

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